Están Invitados al grupo en Facebook: Espiritualista Trinitario Mariano, árbol de unificación
Según la mentalidad de los antiguos indígenas, aceptada totalmente por los espiritualistas, todo malestar tiene un origen sobrenatural. Por lo tanto, todo proceso de sanación tiene que ver con el mundo espiritual. En este sentido, el médium toma el lugar del brujo o curandero tradicional. Esto explica el éxito del espiritualismo en las clases populares, muy ligadas a las antiguas creencias y prácticas indígenas.
Se realizan las curaciones los martes y viernes. El guía dirige las oraciones frente al altar, mientras la gente escucha en silencio, llevando cada quien sus flores, hierbas, huevos, veladoras, lociones, etc. Las columnas reciben a los pacientes y los preparan para la limpia.
Una mención especial merecen las operaciones espirituales o invisibles. Intervienen los doctores espirituales mediante las facultades, que realizan las operaciones utilizando instrumentos invisibles. Durante la noche se los doctores espirituales realizan visitas en los camastros de los enfermos, si es la voluntad del santísimo, solo así. Presentándose mejoría en el enfermo, quien en ocasiones pueden contemplar mediante sueños esas visitas.
Sin embargo existen lugares o templos que no se encuentran a la luz o implantados por la voluntad de Dios y solo buscan lucrar con la necesidad de los hermanos que asisten a estos lugares de esta manera se aprovechan de la enfermedad obtener beneficios económicos. Aseguran a los pacientes que, si quieren sanar, tienen que ser asiduos en su templo, cortando con la Iglesia Católica y entrenándose para desarrollar el don que Dios ya les concedió. Pero quienes pertenecen al templo o participan en el mismo lo hacen por voluntad, sin presiones de ninguna índole, pues es un servicio de amor y caridad, no existen castigos, ni amenazas.
Por lo que se refiere al aspecto económico, normalmente en los templos espiritualistas no se cobra por los servicios que se prestan. De todos modos, la gente es invitada a depositar sus donativos en las alcancías. La prueba de que les va bien, está en el hecho de que los dueños de los templos fácilmente progresan en el campo económico.