Hierbas deshidratas, productos: preparación de pomadas, shampoo, baños, medicamentos
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Hierbas deshidratas, productos: preparación de pomadas, shampoo, baños, medicamentos
Cuando tenemos un jardín con plantas medicinales o aromáticas, debemos de aprovechar cada hoja, flor, tallo, raíz. semilla. El proceso de conservación debe ser cuidadoso para que las propiedades de las hierbas no se vean comprometidas, pues deseamos que estas se mantengan, para cuando las necesitemos, cada porción ofrezca los beneficios que esperamos.
Algunas recomendaciones encontradas en ecocosas y en google son: proteger las hierbas o mazos de la luz y la humedad y evitar envolverlas o trasladarlas en plásticos, de este modo sus características y propiedades no se alteran. Además no olvides revisarlas con frecuencia para asegurarte que el entorno es el adecuado y se encuentra en buen estado.
Estas hierbas deshidratadas se pueden utilizar con fines terapéuticos, cosméticos, gastronómicos, etc, algunos ejemplos de procesamiento para deshidratarlas son las siguientes:
Secado con aire: Cuando tenemos suficiente espacio, una forma es atar pequeños manojos de hierbas limpias juntos (unos 4 o 5 tallos) y colgarlas boca abajo en un lugar oscuro. El lugar debe ser cálido y bien ventilado.
El tiempo de secado es de aproximadamente 2 a 4 semanas. colgando las hierbas del palo de la ropa, cuando las hojas están crujientes y se deshacen fácilmente esta listo el secado y ya podemos acondicionarlas para su almacenaje.
Horno: Se colocan los tallos limpios en una sola capa sobre una bandeja de horno precalentado a 180 grados de calor durante aproximadamente 3 o 4 horas, manteniendo la puerta del horno abierta todo el tiempo (para dejar escapar la humedad).
Podemos utilizar papel de cocina para hacer más de una capa, ya que el gasto energético es alto, ponemos papel, luego las hierbas más papel y otra capa de hierbas así hasta 5 capas, es importante ir controlando el proceso y dar vuelta o revolver la hierbas, para evitar que unas se sequen más que otras. Estarán listas cuando estén crujientes.
Secar con frío: Lavamos las hierbas y luego les pasamos un paño suave para eliminar la humedad, luego se colocan con papel de cocina en una recipiente tipo asadera, haciendo una sola capa de hierbas. Las colocamos en el refrigerador y se retiran una vez que estén completamente secas.
Secar con el Microondas: Este es un método rápido y fácil… pero cuidado, mientras se está calentando hay que asegurarse de que no se sequen mucho, es que puede incendiar el aparato. Para hacerlo se envuelven las hierbas en poca cantidad en papel de cocina, se le da dos minutos a baja potencia, se sacan, se le da la vuelta y 2 minutos más
Infusión. Unos de los métodos más populares. Se prepara, por lo general, a partir de las hojas y flores de la planta elegida. Se trata de añadir agua hirviendo a la masa vegetal, que se encuentra en un recipiente, y taparlo. Tras un tiempo de cinco a diez minutos de reposo, se cuela y ya está listo para usar.
Maceración. Algunas plantas son propensas a perder sus principios activos a altas temperaturas. En estos casos, lo mejor es macerarlas con agua, alcohol o algún otro diluyente.
Cataplasmas y compresas. Estas se hallan entre las más conocidas aplicaciones externas de la medicina alternativa. las cataplasmas son el contacto directo del vegetal con el cuerpo, fijado con una gasa limpia que cubre los fragmentos de la planta
Existen varias alternativas para conservar las hierbas deshidratadas por mas tiempo y en temporadas donde es difícil encontrarlas, cualquiera de las alternativas que elijan será efectiva y el uso de recipientes de vidrio desinfectados previamente favorece que estas se mantengan en condiciones adecuadas. Estas hierbas pueden ser trituradas o se pueden conservar en hoja con tallo o solo hoja, según sea el uso que se le vaya a dar.
Sal o azúcar: Se cubren las hierbas con sal o azúcar y se dejan así hasta que estén secas. Una vez estén secas se retiran las hojas y se almacenan en algún recipiente hermético. Elige la sal o azúcar, dependiendo del sabor de la hierba y lo que sería más adecuado, ya que parte del sabor de la sal o de la azúcar se transfiere a la hierba.
Congelar en cubos de hielo: Se pueden congelar, se lavan, pican y se ponen en cubiteras de hielo con agua aunque es mejor hacerlo con un caldo de verduras o aceite. Cuando sea necesario para cocinar, puedes sacar un cubo y ponerlo directo en el plato que se está cocinando (descongelar primero es opcional, recuerde tener en cuenta el líquido que usamos en el congelado). Consejo: Trate de mezclar sus hierbas favoritas antes de la congelación.
Congelar enteras o picadas: Muchas hierbas se congelan bien sin líquido añadido. Lavamos y secamos las hojas, a continuación las colocamos en bolsas de congelación con cierre tipo ziploc, y eliminamos todo el aire que se pueda y la colocamos en el congelador. Las podemos congelar tanto enteras como picadas, y también en raciones para ahorrar tiempo en su uso posterior.
Hacer un Pesto: Lavar limpiar luego picar en un procesador de alimentos, agregar el aceite suficiente hasta lograr que la mezcla quede pastosa. El pesto se hace originalmente con albahaca, pero hay muchas hierbas con las que queda muy bueno como el cilantro, el perejil, y otras por el estilo (aproximadamente la medida es de 2 tazas de hierbas frescas por 1/3 taza de aceite de oliva). Una vez hecho se puede congelar en cubos para usar luego, o guardar en la nevera o refrigerador. Dura más o menos una semana, quizás un poco más, pero no mucho porque luego comienza a oxidarse.
Queridos hermanos, en youtube podrán encontrar muchas alternativas para que elaboren sus propios productos de uso diario, tomen sus precauciones como antes les mencione y saquen el mayor provecho de su pequeño jardín herbolario. Que Nuestro Padre los Bendiga.
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